domingo, 1 de mayo de 2011

ARTICULOS PUBLICADOS EN EL CORREO

HOMENAJE A NUESTROS MAYORES
Los más santos de Armentia


Los mayores del pueblo recibieron ayer un homenaje en la comida anual que organiza el concejo por San Prudencio
30.04.11 - 03:31 - SAIOA ECHEAZARRA - EL CORREO DIGITAL

Los ochenta bien valen un homenaje. Uno como el que recibieron ayer los mayores de Armentia con motivo de las fiestas patronales, que vivieron su día especial en la concurrida comida anual que albergó la sidrería Armentegui. María Luz Ruiz Pérez e Isidra Benito Gutiérrez, que cumplían ayer mismo los 80 años, fueron las protagonistas de este convite que organiza el concejo para que los veteranos «disfruten de un merecido encuentro vecinal, ya que muchos apenas tienen contacto durante el resto del año», explicó Félix Foronda, alcalde del pueblo.

Y es que los mayores de Armentia, que en el comedor sumaron más de medio centenar, «residen en casas muy distanciadas debido a la orografía del pueblo. Cada familia vive en una punta, por eso no suele ser muy habitual que coincidan por las calles. En los tiempos de labranza tenían más contacto, pero ahora se dedican a la huerta y no hacen mucha vida social».

Pero este sosegado estilo de vida cambió ayer por completo para Francisco Varea, Félix Sánchez y el resto de sus vecinos de más de 60 años que asistieron al ágape, que se celebra desde 1995, donde intercambiaron ilusionados impresiones sobre la cosecha, las vacaciones o el tiempo, que por suerte acompañó. Y qué decir del menú consistente en entrantes, merluza, solomillo y goxua que a Pilar, María Jesús y el resto de simpáticas vecinas les supo «a gloria». Y por supuesto, como manda la tradición, a continuación los comensales dieron paso al café, la copa y el puro, aunque éste último tuvo que ser fuera del restaurante. Entre trago y trago, también hubo tiempo para echar la partida de mus, aparte de algún que otro brindis.

Estatuílla del patrón

Aunque finalmente sólo acudió al acto la primera de las homenajeadas (Isidra se encontraba fuera de la provincia), el Ayuntamiento de Armentia les regaló una estatuílla de la hornacina del patrón con su nombre grabado en la placa, además de un juego de anillo y pendientes, obsequio de la joyería vitoriana Apain. Tras el banquete, los invitados volvieron a sentirse como unos chavales con los bailables amenizados por el acordeonista Manuel Pizarroso.

La música acompañó el entretenido sorteo de regalos que el Ayuntamiento realizó en la fiesta, «en agradecimiento al cariño y la dedicación que diariamente nuestros mayores aportan y muestran al pueblo», apuntó Foronda. De este modo, la cita discurrió sobrada de armonía, buena unión y mucha, mucha devoción, ya que, como celebró el alcalde, «son todos unos santos».

Los festejos, que este año están teniendo una «excelente acogida», prosiguieron por la tarde con el campeonato de tiro de bolos y la chuletada vecinal. La noche estuvo ambientada por el espectáculo de humor 'Un mal día'. Los actos festivos continuarán hoy con paseos en caballo y carros para niños, campeonato de tortillas, juegos infantiles, chocolatada y discoteca móvil.


CUATRO VECINOS......



Félix Foronda, Alcalde de Armentia

ENTREVISTA DE NUESTRO ALCALDE PARA EL CORREO


«Hay que trabajar para que Vitoria no nos 'coma' y seguir siendo un pueblo»
02.05.11 - 02:40 - SAIOA ECHEAZARRA - VITORIA.

Superado con éxito el éxtasis festivo de San Prudencio, Félix Foronda, alcalde de Armentia desde hace un lustro, vuelve a la monotonía. Entre los nuevos proyectos urbanísticos que afronta el concejo, sobre todo le preocupa el desafiante urbanismo de Zabalgana, que amenaza su paisaje rural con vistas al Gorbea. Por eso incide en «no perder nuestra identidad como pueblo».

-Rige el pueblo del patrón de los alaveses. ¿Qué tal han sido las últimas fiestas en su honor?

-Perfectas, sin percances y con buen tiempo, que ha atraído a numerosos romeros, haciendo que los puestos vendan más. Como novedad, este año los vecinos de Armentia han participado en el 'lunch' que celebramos con las autoridades políticas. Ha sido muy positivo.

-Armentia continúa ahí el resto del año. ¿Sigue siendo 'zona de ricos'?

-Cualquier chalé de los alrededores vale 900.000 euros o más, por lo que es una zona reservada a gente pudiente. Pero estoy sorprendidísimo con lo bien que se han integrado los nuevos vecinos. No hemos perdido la identidad como pueblo, y tampoco quisiera perderla. La gente que nos rodea es elitista, pero nosotros somos llanos y sencillos. Algunos aldeanos han ganado dinero por vender terrenos, pero eso no les ha cambiado.

-¿Hay muchas construcciones paradas desde que estalló la burbuja inmobiliaria?

-El sector 16, que va desde El Caserón al picadero de caballos, está paralizado. No se vende nada. Actualmente estamos pagando esa urbanización que nos ha costado un dineral, hipotecándola con un crédito, y tenemos que vender, sacando a subasta, para hacer frente a los pagos. Hay miedo de que no se venda, todo está muy quieto. Creo que ahí no se construirá en mucho tiempo. Pero ojalá me equivoque.

-¿Está amenazando la expansión de Vitoria al urbanismo del pueblo?

-Es inevitable, y tanto los habitantes como yo tenemos que ser espabilados y andar listos para no perder nuestra identidad. Que la gente que venga a Armentia vea que sigue siendo un pueblo. Hay que trabajar por que Vitoria no nos 'coma' en el sentido urbanístico, porque estamos muy a gusto siendo pueblo. Cuando construyeron las torres de Zabalgana que estorbaban a la vista del Gorbea, no me gustó, porque entendía que la expansión del nuevo barrio iba a ser con viviendas unifamiliares y adosados en línea que subieran en altura, pero es como una especie de muro.

«Falta de financiación»

-¿Han sentido las arcas municipales el freno del ladrillo?

-Pretendíamos vender las parcelas que nos había adjudicado el Ayuntamiento, pero si no podemos, hay que parar proyectos. Los promotores lo habrán notado, y aunque nosotros todavía no hemos vendido ninguna, nos vendría bien para financiar proyectos. Con lo que sacamos del Fofel y alguna renta no nos llega para cubrir los gastos del pueblo. Cada día es más complicado llevar un concejo por falta de financiación.

-¿En qué situación se encuentra el túnel que bordea el sector 16?

-Está inacabado, pero cuando los trabajos lleguen al sector 17 (desde Uleta a Lasarte), hay que hacer una prolongación del túnel para evitar que se convierta en un gueto, como un apeadero de caravanas. Probablemente no se urbanice, pero eso hay que abrirlo. Los que tienen terrenos en el sector tendrán que pagar parte de la obra. A nuestro Ayuntamiento también le toca algo, lo que supondrá un lastre.

-¿Qué tal funciona el transporte público?

-En comparación con otros concejos estamos mejor. Pero los jóvenes necesitan que el Gautxori llegue al pueblo, ya que la parada de la rotonda de La Antonia queda lejos.

-¿Existe algún problema de delincuencia?

-Tenemos problemas con algunos jóvenes 'tuneros' que vienen a altas horas de la madrugada a hacer botellón y provocan un gran escándalo que molesta a los vecinos. La Policía Municipal ya está al tanto.

EL DIARIO DE NOTICIAS DE ALAVA - FIESTAS DE ARMENTIA 2011

EL DIARIO DE NOTICAS DE ALAVA:
Armentia se resiste a recuperar la calma
"Después del día grande vivido el jueves, todavía quedan fuerzas en el pueblo para seguir celebrando las fiestas de San Prudencio"
Vitoria, Elena Arteagoitia - Domingo, 1 de Mayo de 2011 - Actualizado a las 05:23h


Hay quienes se resisten a que la resaca de San Prudencio se convierta en una cuenta atrás antes de volver al trabajo. En Armentia aún quedaban fuerzas ayer para seguir con las celebraciones. El pueblo vive estos días sus fiestas, aunque pasen prácticamente desapercibidas para el resto de los gasteiztarras, que ya hace días que retornaron de las campas.


Armentia, sin embargo, sigue sin recuperar su habitual tranquilidad. Decenas de cuadrillas se reunieron ayer para participar en las distintas actividades programadas para la jornada. Campeonato infantil de tiro a la rana, bolos, paseo en caballo y concurso de tortilla de patatas. ¿Qué mejor plan para un sábado a la mañana?


Para cuando las campanas de la basílica anunciaban las doce del mediodía, Álvaro ya había tomado posiciones. Era el primero en tirar pese a que las ocho fichas prácticamente no le entraban en una mano. 70 puntos. No estuvo mal, aunque Aitor consiguió superarle. "¡He sacado ciento cien!", le comunicaba a su ama, quien le corregía. "¡Que no hijo, se dice ciento diez!". Menos suerte tuvo Iñigo, que pese a propinarle un buen golpe a la rana en todo su hocico, no logró puntuar. Así, en pleno pique, tuvo que llegar Andrea para darles una lección. Esta estudiante de Nazareth, de 11 años, se hizo con la victoria tras conseguir 2.100 puntos. Ella misma bromeaba sobre su particular hazaña. "Soy muy mala, las he metido sin querer", aseguraba antes de subirse al caballo, en el que se dio una vuelta.

El campeonato de bolos dejó también grandes momentos. Eduardo parecía un auténtico levantador de piedras por la manera en que agarraba la bola con la que pretendía derribar el obstáculo, del que le separaban demasiados metros como para intentar rozarlo. Su hermano gemelo, Iñigo, lanzó con más acierto y finalmente consiguió derribar el bolo. Emocionado, chocaba la palma de su mano con la de su padre, aunque todavía quedaba mucho juego por delante.

Era el turno de Ainhoa, y a ella también le costó llegar, pese a que los árbitros accedieron a acercar el bolo. "¿En la Wii parece más sencillo, eh?", bromeaba su aita, en referencia a la popular videoconsola. A Víctor le tuvo que echar un cable su ama para conseguir levantar la bola del suelo, aunque Txema, uno de los árbitros, hizo la vista gorda. Finalmente fue el pequeño Ibai, de sólo seis años, quien en un golpe de suerte consiguió derribar dos bolos. Este estudiante de Lakuabizkarra no podía ocultar su felicidad, aunque admitía tener cierta ventaja. "Mi abuela vive en Armentia y suelo practicar bastante en esta bolera", aseguraba.

Después de tanta actividad, llegó el momento de llevarse algo a la boca. El campeonato de tortilla de patatas logró despertar todos los sentidos de quienes ayer, de casualidad y conscientemente, se acercaron hasta el bar de Armentia a tomar el vermut. El buen aspecto y el olor que desprendían hicieron salivar a más de uno, aunque sólo el jurado pudo catar las pequeñas montañas de huevo, patata y cebolla que los participantes habían creado. "Son los únicos ingredientes que hemos permitido; las que tienen pimiento van a quedar descalificadas", advertía Txema antes de retirarse a deliberar.



David Sánchez se giró con sorpresa cuando escuchó que su tortilla, la número doce, era la que más había gustado. La noche para este vecino de Armentia se había alargado más de la cuenta y, pese a ello, no había perdido cualidades frente a los fogones. "A las cuatro de la madrugada todavía seguíamos danzando por ahí y he dormido muy poco. Aun así, nos hemos despertado a las diez, hemos comprado huevos y patatas, y nos hemos puesto a cocinar", explicaba.